En el coaching ontológico, escuchar es un acto generativo, no pasivo. Este artículo desmitifica la escucha, distinguiendo entre oír y escuchar, y explora cómo la habilidad de escuchar lo no dicho es fundamental para la confianza y para crear una realidad compartida.
La mayoría de la gente cree que escuchar es simplemente el acto de recibir información. Oímos palabras, las procesamos y luego respondemos. Pero el coaching ontológico nos enseña que escuchar es un acto creativo y transformador. No se trata de absorber pasivamente lo que se dice, sino de construir activamente un mundo para el orador, un mundo donde sus palabras, emociones y silencios tienen un significado. Una escucha efectiva no solo te da información; te da el poder de co-crear la realidad con otra persona.
De Oír a Escuchar: Los Tres Niveles Ontológicos
Para dominar la escucha, primero debemos entender sus diferentes niveles, que van desde lo puramente biológico hasta lo profundamente humano.
- Oír: Este es el acto puramente biológico. Es la percepción de las ondas sonoras por nuestro oído. Un micrófono puede oír, pero no puede escuchar. Oír es necesario, pero no suficiente.
- Escuchar: Escuchar es oír + dar sentido. Le damos significado a lo que oímos a través de nuestros propios filtros, juicios y experiencias. Dos personas pueden oír las mismas palabras, pero escuchar cosas completamente diferentes, porque sus historias de vida son distintas. Escuchar es el primer paso para la comprensión.
- Escuchar lo No Dicho: Este es el nivel más profundo y poderoso de la escucha. Es la capacidad de escuchar más allá de las palabras. Se trata de prestar atención al tono de voz, al lenguaje corporal, a las pausas y a lo que se omite. El orador puede decir "Estoy bien", pero su lenguaje corporal o su voz pueden decir "Estoy devastado". Escuchar lo no dicho es la base de la empatía y la conexión humana.
Cómo la Escucha Crea Realidad
En el coaching ontológico, la escucha es la herramienta más poderosa del coach. Al escuchar de manera profunda, el coach no solo entiende al coachee; crea un espacio para que el coachee pueda ser y expresarse.
- Valida la Realidad del Otro: Escuchar de manera profunda es el acto de validar la realidad de la otra persona. Cuando un coach escucha con atención y sin juicio, el coachee siente que su mundo es importante y legítimo.
- Abre Posibilidades: Cuando alguien se siente escuchado, es más probable que hable de sus miedos, sus sueños y sus juicios limitantes. La escucha, por lo tanto, crea un espacio seguro donde el coachee puede expresar su conversación privada (su voz interior) y, al hacerlo, abrir nuevas posibilidades que antes no podía ver.
- Crea Confianza: No hay mayor demostración de respeto que la escucha genuina. Al escuchar activamente a otra persona, construyes confianza, que es la base de cualquier relación significativa, ya sea en el trabajo, la familia o en una sesión de coaching.
La escucha no es un acto pasivo; es una forma activa de crear realidad. Al entrenar nuestra capacidad de escuchar, nos convertimos en arquitectos de conversaciones significativas y constructivas, transformando no solo a la otra persona, sino también a nosotros mismos.